Preguntas frecuentes Maternas

Si vas por la Seguridad Social, lo primero es acudir a tu médico general. En caso de tener seguro privado debes concertar cita con un ginecólogo.

Aunque no hay alimentos “prohibidos” durante el embarazo, existen algunos alimentos que es mejor evitar o consumir con moderación. Entre ellos se encuentran los excitantes como la cafeína, la carne cruda, embutidos, el alcohol, exceso de grasas y los productos con exceso de sal y azúcar.

Tu médico te recetará suplementos alimenticios durante casi todo el embarazo. Los más importantes son el hierro y el ácido fólico.

Muchas personas piensan que las semanas de embarazo se cuentan desde la última menstruación; pero no es así, sino que se cuenta desde diez días después de la fecha primer día de tu última menstruación.

En principio no hay ninguna restricción con respecto a los pantalones apretados, aunque, si son muy ajustados, recuerda que no son muy recomendables ni siquiera cuando no estás embarazada, ya que pueden ocasionar problemas circulatorios.

Sí, si no has tenido síntomas de pérdida, pero con algunas precauciones, como hidratarse lo suficiente y levantarse a estirar las piernas frecuentemente. Las aerolíneas no permiten viajar después de la semana 36 (algunas, incluso antes). Consulta a tu médico.

Sí, a menos que tengas amenaza de aborto, un embarazo de alto riesgo o cérvix incompetente. Si tienes dudas, pregúntale a tu médico.

¡Claro que sí! El miedo a no estar preparada es muy frecuente entre las madres primerizas, pero no te preocupes. La mayoría de cuidados que necesita un bebé son de sentido común. Para tu hijo siempre serás alguien maravilloso, con tus virtudes y tus defectos, así que no te agobies y disfruta de la experiencia de la maternidad.

No, este es el momento de comer de manera sana y equilibrada. Una mujer con un peso normal antes de embarazarse necesita consumir 300 calorías diarias extras durante la gestación. Si presentas diabetes gestacional, necesitas un plan alimenticio especial.

No, ya que afecta directamente al bebé. La única excepción es cuando para evitar un parto prematuro, el médico “receta” media copa de vino.

Mantener la piel bien hidratada, usando cremas humectantes o aceites corporales durante todo el embrazo e inclusive desde antes.

No solo puedes, sino que debes seguir haciendo deporte. La actividad física es muy recomendable tanto para el niño como para la futura madre. Eso sí, esta debe ser moderada, y olvídate de los deportes extremos o muy exigentes.